martes, 14 de julio de 2015

"El código Da Vinci" ~ Dan Brown



Editorial: Ediciones Urano.

Páginas: 557.

Sinopsis: Antes de morir asesinado, Jacques Saunière, el último Gran Maestre de una sociedad secreta que se remonta más allá del origen de los Templarios, transmite a su nieta Sofía un misterioso mensaje en clave. Saunière y sus predecesores, entre los que podemos encontrar hombres como Isaac Newton o Leonardo Da Vinci, han custodiado durante siglos un conocimiento que puede cambiar completamente la historia de la humanidad. Ahora Sofía, con la ayuda del experto en simbología Robert Langdon, comienza la búsqueda de ese secreto, una trepidante carrera que les lleva de una clave a otra, descifrando mensajes ocultos en los más famosos cuadros del genial pintor y en las paredes de antiguas catedrales. Un rompecabezas que deberán resolver pronto, ya que no solo están solos en el juego: una poderosa e influyente organización católica está dispuesta a emplear todos los medios para evitar que el secreto salga a la luz.
Un apasionante juego de claves escondidas, sorprendentes revelaciones, acertijos ingeniosos, verdades, mentiras, realidades históricas, mitos, símbolos, ritos, misterios y suposiciones en una trama llena de giros inesperados, narrada con un ritmo imparable que conduce al lector hasta el secreto más celosamente guardado del inicio de nuestra era.

Mi opinión: Oh vaya, es difícil acomodar todas las piezas de lo que me dejó este libro y poder transmitirlas con coherencia. Luego de leer “Ángeles y demonios”, Dan Brown me había dejado muy intrigada para seguir conociendo todo lo que ha escrito, definitivamente la serie de Robert Langdon se ha vuelto una de mis favoritas con recién dos libros leídos. Todo el misterio que involucra, y el modo en que van resolviendo los diversos acertijos que se le presentan es realmente de admirar, además de que contagia todo lo que es mencionado en el libro con respecto a las esculturas, arte o historia. Si bien, es literatura de ficción, la mención de arte en esta serie es demasiado rica y especial para admirar. Al leer alguna obra en particular era inevitable acceder a Internet y buscar la pieza mencionada para así verla a través de los ojos de Langdon y no con la simpleza que una persona que no posee conocimiento alguno en ello tiene al verlas.
En este libro, Robert se enfrenta a una fuerte acusación, lo llamarán por ser sospechoso de asesinato. Es así como Langdon conoce a Sofía, quién al saber la verdad de que Robert no era el verdadero asesino decide ayudarle para escabullirse de la policía, pero no es una simple ayuda ya que al hombre que habían asesinado era su abuelo, y entre pista y pista este le hace entender que necesita de la ayuda del profesor de simbología para así descubrir la gran verdad que le mantuvo oculta por tantos años.
Como es característico de Brown, Robert y Sofía deben seguir una serie de pistas y solucionar claves que Jacques Saunière le fue dejando a su nieta por diferentes lugares, pero no son los únicos que quieren llegar hasta al final, entre todos los secretos que Saunière le escondió a su nieta existe uno verdaderamente mayor, que trasciende la historia y que debería seguir escondido por siempre. Y es así como Robert y Sofía se encuentran con dificultades en su búsqueda, y comienzan a tener diferentes problemas, en especial, el no saber en quién confiar para su resguardo y protección.
Me ha fascinado, si bien es un libro extenso, el hecho de querer conocer la mente malvada del libro te invita a leer sin querer soltarlo hasta descubrir su verdadera identidad, y para que nombrar el hecho de que junto con los personajes también quieres conocer el “gran secreto”. La escritura de Brown tiene tanta adicción y facilidad para causar sorpresa en el lector ya que hasta el último momento yo estaba completamente ansiosa de querer saber quién era el que estaba a cargo de todo y que había manejado tan bien sus hilos, para que nada llegara a culparlo a él, y sí que me sorprendió.
Definitivamente espero pronto tener una nueva historia de este autor en mis manos, y empaparme con nuevas simbologías y piezas de arte.

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